• El español conquistó Acapulco en 2008 y 2009 para entrar en el libro de récords del torneo como uno de los pocos bicampeones

Ciudad de México, 9 de diciembre de 2022.- Tuvieron que pasar 13 años en el Abierto Mexicano Telcel presentado por HSBC para que el público de Acapulco pudiera ver a un tenista defender con éxito su corona. Nicolás Almagro, que consiguió su primer Guaje de Plata en 2008, se convirtió en uno de los pocos bicampeones del certamen el año siguiente.

En Acapulco, Almagro supo lo que era ser campeón por primera vez fuera de casa. Aquel título del 2008 fue el primero que consiguió en un lugar distinto a España y lo hizo después de sobresalir en un cuadro principal que tenía a jugadores de la talla de Carlos Moyá, ganador en 2002 y 2004, y el argentino David Nalbandian, a quien Nicolás derrotó en la final de aquel año.

El primer gran recuerdo del español, lejos de ser la competencia y los nombres ante los cuales competiría, era la sede del evento. “Mi primer recuerdo de Acapulco es la primera vez que llegué allá y ver todo el hotel tan impresionante, ver el mar tan cerca y pensar que en ese lugar tan increíble se iba a jugar un torneo de tenis y eso fue impresionante”, comentó.

Tras convertirse en campeón en el 2008, Almagro repitió la gesta en la temporada siguiente. Quizás en 2009 no tuvo pruebas tan complicadas como en el año anterior, pero vaya que llegó a protagonizar encuentros memorables, como aquel duelo de segunda ronda frente a Potito Starace, a quien derrotó 7-6, 6-7 y 6-3. 

Eventualmente, “Nico” selló su bicampeonato en Acapulco luego de vencer a Gael Monfils en la final tras un doble 6-4. Así entró a los libros de historia del torneo como uno de los pocos tenistas que defendió su corona en las playas de Guerrero y el primero en hacerlo en 13 años, pues el último había sido Thomas Muster con su tetracampeonato en 1996.

Almagro es un hombre de tradiciones, por eso para él lo más especial del torneo es una de las celebraciones clásicas del evento. “Lo más bonito del torneo es cuando se celebra la fiesta blanca, estamos todos los jugadores juntos, eso me pareció algo único, impresionante, poder compartir la belleza de un lugar tan impresionante como son las playas de Acapulco en Guerrero con los jugadores vestidos de blanco y disfrutar de una gastronomía brutal”, expresó el español.

Luego de recordar el apoyo fundamental de Raúl Zurutuza para que Almagro continuara eligiendo Acapulco como uno de sus destinos en el tour, Nicolás destacó la energía de la organización y de todas las personas involucradas en el certamen. 

“Que un torneo cumpla 30 años significa que se han hecho las cosas bien durante muchísimo tiempo. Mantener esa energía durante tantísimos años y transmitirla a jugadores y al circuito quiere decir que todo el equipo detrás del torneo es impresionante, que tratan a la gente con respeto y nos dan todo lo que necesitamos para ser felices y poder competir a un altísimo nivel”, recordó.

Almagro participó en nueve ediciones del Abierto Mexicano Telcel presentado por HSBC a lo largo de su carrera. Al recordar sus visitas a Acapulco, también guarda una buena imagen de la afición mexicana.

“Para mí el público mexicano siempre fue especial, siempre me transmitió mucho respeto, muy buena vibra todo el tiempo apoyando desde el primer día. Siempre estaban las gradas lo suficientemente animadas para que sintiéramos el calor y su apoyo, nos arropaban en los momentos difíciles. Me transmiten que entienden de tenis, que saben lo que hacen, y sobre todo un público muy respetuoso, que siempre está apoyando al jugador y sobre todo que le gusta el espectáculo y apoyan para ello”, finalizó Nicolás.

Nicolás Almagro se despidió del tenis profesional en el 2019 con 13 títulos bajo el brazo. Además del bicampeonato en Acapulco, logró llegar a otra final en el 2011, misma que perdió ante su compatriota David Ferrer. Algo es seguro: el de Murcia se aseguró como una de las leyendas del Abierto Mexicano Telcel presentado por HSBC.

– Horna ganó el título de Acapulco en 2006 llegando desde la qualy

Ciudad de México, 12 de diciembre de 2022.- El peruano Luis Horna vivió una semana de ensueño en Acapulco en la edición de 2006 cuando sorpresivamente y contra todo pronóstico conquistó el Abierto Mexicano Telcel presentado por HSBC.

El cambio a Acapulco tras su inicio en Ciudad de México le reportó al torneo una serie de campeones entre ellos el brasileño Gustavo Kuerten (2001), los argentinos Juan Ignacio Chela (200) y Agustín Calleri (2003), y los españoles Carlos Moya (2002 y 2004) y el joven Rafael Nadal (2005) a los que se unió Horna.

Y aunque el peruano, nacido en la ciudad de Lima en 1980, llegó con muchas expectativas al torneo, la principal era entrar al “main draw”, objetivo que alcanzó y que lo puso en camino al título

“Para mí los mejores recuerdos de mi carrera han pasado en Acapulco”, dijo Horna en declaraciones a la organización.

Precisó que en ese torneo “fue la primera vez que pasé la qualy de un torneo ATP y al mismo tiempo fue el primer torneo ATP que gané”.

“Recuerdo el ambiente y el cariño de la gente y también el cariño de Raúl (Zurutuza, director del torneo) quien nos recibía a todos los jugadores de la mejor manera posible y nos hacía sentir como en casa, por eso el torneo de Acapulco para mí siempre ha significado lo mejor”.

En la final, Horna se impuso por 7-6 y 6-4 al argentino Juan Ignacio Chela, campeón en 2000 y quien buscaba su segundo título en México. Prácticamente un año después de Acapulco, en febrero de 2007, Horna se adjudicó el título del Abierto de Viña del Mar, al vencer por 7-5 y 6-3, al chileno Nicolás Massú.

Esos dos títulos de individuales fueron los únicos que ganó en su carrera en la que también sumó seis en dobles, entre ellos, uno de Grand Slam en 2008 cuando ganó Roland Garros juntó al uruguayo Pablo Cuevas.

Sobre los 30 años del torneo, Horna dijo que el hecho de que torneo de tenis pueda tener tanta continuidad y permanecer en el tiempo “significa que es un torneo exitoso y lo que ha logrado el torneo de Acapulco a través de los años es juntar a los mejores jugadores del circuito y generar un ambiente increíble para ellos”.

Lucho, como era conocido Horna, señaló que Acapulco es el mejor destino para jugar al tenis “Me tocó jugar en las instalaciones antiguas justo al lado del hotel, es era fantástico ya que ibas caminando a los entrenamientos y a los partidos, teníamos el hotel a pie del mar y era realmente el lugar perfecto para jugar”, expusó.

Recordó también algo que solía ocurrir terminando el torneo, donde los jugadores que habían avanzado en la competencia “nos quedábamos varios días para poder disfrutar un poco de la playa, de ese lugar tan paradisíaco y de la cultura mexicana, la verdad es que Acapulco tiene ese encanto y siempre nos hizo sentir muy bien”. Horna, profesional desde 1998, permaneció 11 años en el Tour de la ATP ya que las lesiones lo obligaron a retirarse en 2009.

• El ex tenista checo que llegó a ser No. 5 del mundo se consagró en la 6ta edición del Abierto Mexicano Telcel

Ciudad de México 2 de diciembre 2022.- Nos remontamos a 1998, año en que el Abierto Mexicano Telcel presentado por HSBC aún se disputaba en la capital del país. Si bien Thomas Muster es recordado como una de las grandes estrellas en la primera etapa histórica del torneo después de sus cuatro títulos consecutivos, su racha ganadora había llegado a su fin con Francisco Clavet y para la sexta edición era el turno para brillar de otro europeo.

Su nombre es Jiri Novak, un checo de 23 años y quien con su 1.91 metros de estatura y con su revés a dos manos comenzó a cosechar victorias en el tour de la ATP hasta conquistar su segundo título en la Ciudad de México tras vencer al belga Xavier Malisse por 6-3, 6-3.

Su primer recuerdo del Abierto Mexicano, justamente es que jugó a muchísima altura en la Ciudad de México, 2.240 metros sobre el nivel del mar, pero también tiene otros recuerdos de Acapulco, donde también llegó a competir.

“Del destino me gusta que para los europeos México es un país un poco exótico. Jugué dos veces en la Ciudad de México con gran altura y el tercer año el Abierto Mexicano fue en Acapulco, un gran lugar, en la playa. Recuerdo el increíble clima, un hermoso hotel y grandes instalaciones.”

Novak consiguió siete títulos en total durante una carrera profesional de 14 años. Actualmente tiene 47 años y su residencia se encuentra en Montecarlo, Mónaco. 

Desde su hogar revela, lo que para él es la clave para que el AMT logre cumplir tres décadas de existencia.

 “Que el torneo cumpla 30 años significa que vive una gran atmósfera y tiene gran organización, y que los patrocinadores están apoyando al torneo, pero más que nada es por los aficionados, yo recuerdo que cada que iba había muchos espectadores que amaban el tenis. Debe significar mucho para todo el torneo”, expuso.

Por último, Novak, quien fue finalista en dobles en Wimbledon 2001 y US Open 2002, le mandó un mensaje a la afición mexicana que en algún momento le mostró su apoyo.

 “A los mexicanos les deseo que se mantengan atentos al torneo en el futuro y creo que si están yendo a los partidos, al torneo, es por ustedes y por eso el torneo se puede mantener y así lo seguirá haciendo por muchos años”, finalizó Novak, quien llegó a ser No. 5 del mundo. 

– Clavet conquistó el título en 1997 luego de jugar tres semifinales contra el austriaco Thomas Muster

Ciudad de México, 25 noviembre.- Antes de que Rafael Nadal y David Ferrer, lograran el récord de cuatro títulos cada uno en el Abierto Mexicano Telcel, y Carlos Moyá y Nicolás Almagro, conquistaran dos cada uno, su compatriota Francisco Clavet González, conocido también como Pato Clavet, fue el encargado de destapar los títulos para España al conquistar la quinta edición del Abierto Mexicano Telcel en 1997.

Clavet, nacido en Aranjuez, Madrid, en 1968, tuvo que esperar pacientemente mientras el austriaco Thomas Muster ganaba cuatro títulos en fila, entre 1993 y 1996. En aquel entonces, el torneo se jugaba en los 2240 metros de altura de la Ciudad de México, sede en la que finalmente logró ganar el trofeo después de varios intentos. Si bien los recuerdos que atesora de ese título son alegres, su llegada a la capital, en aquellos años no fue muy grata para Pato, quien llegó a ocupar el No. 18 del ránking ATP en julio de 1992.

“El primer recuerdo que tengo del torneo en realidad no es en Acapulco, si no en México D.F., que era donde originalmente se organizaba el torneo, y tengo que admitir que, la verdad, no fue muy positivo”, contó Clavet para la página del torneo. Explicó que la altura de la ciudad, el ‘jetlag’ que traía, y la contaminación de capital, fueron factores que le jugaron en contra y por lo que juró no regresaría al torneo.

“Debido a la polución que había el primer día que fuimos a entrenar, la altura y el viaje me dio una ‘pájara’ enorme, y prometí que no volvería a jugarlo jamás. Evidentemente me tuve que comer mis palabras”, recordó con simpatía.

Apuntó que en su varias visitas a México jugó tres semifinales seguidas contra Muster “y el cuarto año que ya no jugó él, tuve la suerte y la gran alegría de ganar el torneo”, al superar en la final a su compatriota Juan Albert Viloca. Luego, ya cuando el torneo se trasladó a Acapulco, Clavet dijo que lo que le dejó una gran impresión fue el complejo hotelero y deportivo donde se celebraba.

“Ya me sentía mucho más cómodo y relajado que en cualquier otro torneo. El entorno y la gente me hacían sentir feliz y positivo cuando jugaba”, expuso Clavet, quien jugó profesionalmente de 1988 a 2003. “Realmente fue un torneo en el que siempre me sentí muy a gusto jugando, muy querido por la gente, y dentro de un marco incomparable. No se puede pedir más”, expusó.

Respecto a los 30 años de historia del torneo, de los que él forma parte, Clavet dijo que indican “que es un torneo de un grandísimo prestigio, que encanta a los jugadores y espectadores, y sobre todo que, no sólo han hecho las cosas muy bien, si no que se han ido superando cada año para conseguir estar en el Top de los torneos de la ATP”.

A la afición mexicana, el español la calificó como “unos grandes entendidos del tenis y disfrutan con pasión del torneo”, además les agradeció “de corazón, el cariño con el que me siempre me han acogido, y que sigan acudiendo, disfrutando y cuidando el torneo que tienen, porque es una joya”.

En su carrera profesional, que transcurrió de 1988 a 2003, Clavet ganó ocho títulos individuales y alcanzó las semifinales del Masters 1000 de Indian Wells en 1992 y el Masters de Miami en 1999. En el 2003, su año de retiro, inició como entrenador y gustaba de visitar Acapulco y jugar el Abierto Mexicano Telcel junto a tenistas como Feliciano López, Thomaz Bellucci, Alejandro Falla y Santiago Giraldo.

• El argentino ganó dos veces el título en Acapulco y llegó a ser el No. 15 del mundo en 2004

Ciudad de México, 14 de noviembre.- Para el argentino Juan Ignacio Chela la palabra México significa su primer título como profesional y su entrada al Top-100 en el año 2000, recuerdos que hacen que el torneo nacional tenga un sitio especial en el corazón del ahora entrenador y presentador de televisión.

A pesar de la altura de la Ciudad de México de 2.240 mts, el Abierto Mexicano representaba una posibilidad de jugar “como en casa” para los tenistas latinoamericanos, entre ellos los argentinos.Con la arcilla como superficie de juego, los especialistas en esas condiciones eran los españoles y los argentinos. Si bien Chela en aquel momento no estaba entre los favoritos ya que era el 130 del mundo, tenía la posibilidad y luchó por ella.

“Mi primer recuerdo del Abierto Mexicano es del año 2000 que fue la primera vez que fui a jugarlo y tengo un gran recuerdo para toda la vida porque fui a jugar la quali, logré la clasificación y terminé ganando el torneo”, recordó Chela para el torneo. Con ese título y los puntos obtenidos por primera vez se metió al Top 100. “Terminé creo que en el lugar 73 más o menos y es por eso que siempre lo tengo presente y muy guardado en mi corazón, porque fue mi primer título y después vino otra final y otro título (en 2007) y por eso es uno de mis torneos preferidos, sin duda”, dijo el argentino a casi 10 años de su retiro, el 3 de diciembre de 2012.

Chela, ahora con 43 años, fue uno de los constantes en Acapulco y de los principales animadores ya que su relación con la afición siempre fue buena y la recuerda con cierta simpatía debido a su apellido “A mí me apoyaban bastante porque me apellido Chela y en México le llaman así a la cerveza, entonces a muchos les divertía eso y me alentaban”.

Precisamente esa relación es la que extraña el argentino y también extraña jugar en México “Espero que los aficionados sigan yendo al torneo y apoyando el tenis, que es un deporte increíble, porque con su apoyo lo hacen más lindo”. Sobre lo que más le gusto del torneo al nacido en Ciudad Evita, Argentina, mencionó que “los partidos siempre empezaban tarde” y los jugadores durante el día “podía disfrutar de todas las instalaciones, de la playa, de las piletas (albercas), de todo lo que ofrece el destino que siempre es impresionante y espectacular”.

También recordó, “a la hora de competir se generaba un ambiente que no tiene nada que envidiarle a los torneos más grandes del mundo porque siempre hay mucha gente y les encanta el tenis y siempre van a apoyar a todos los jugadores, eso te da muchas ganas de competir y jugar en Acapulco”.

Chela, quien en 2004 alcanzó su mejor posición en el ránking al llegar al No. 15 del ránking ATP, felicita a los organizadores del AMT “Que un torneo de tenis cumpla 30 años demuestra que es un gran evento y el profesionalismo y el éxito que tiene es por toda la gente que trabaja detrás y por lo bien que se hacen las cosas”.

El argentino, quien conquistó 2 títulos ATP 500, 4 ATP 250, y 9 ATP Challengers en su carrera, concluyó revelando que entre los jugadores argentinos y algunos en el tour “siempre poníamos a Acapulco como prioridad en nuestro calendario, por el ambiente del torneo, por el lugar, las instalaciones, la organización y por lo bien que uno se siente cada vez que va, así que sin duda es uno de los mejores torneos de su categoría (Open 500) en del año”. 

• La bolsa de premios del Abierto Mexicano Telcel ha evolucionado a lo largo de 30 años hasta incrementar su valor a más de 2 millones de dólares

Ciudad de México, 10 de noviembre .- Las bolsas de premios monetarios son pilares de los torneos de tenis del Tour de la ATP y WTA, pues se pueden traducir en lo que son las ganancias de los jugadores que dependiendo a que ronda lleguen en cada competición reciben un pago. 

A lo largo de 30 años, el Abierto Mexicano Telcel ha podido presumir un importante salto económico gracias tanto a su evolución de categoría, como por el apoyo de sus distintos patrocinadores. 

De repartir 300 mil dólares en 1993, para 2022 se destacó con una bolsa de 1,832,890 dólares, donde el campeón, Rafael Nadal, se adjudicó 314,455 dólares, mientras que los tenistas en primera ronda se llevaron 13,090 dólares.

En 1993 el torneo se estrenó en la capital mexicana como el primer ATP en América Latina y en la entonces categoría de Serie Mundial y para 1994 incrementó su compromiso financiero a 325 mil dólares. Un año después sumaron otros cinco mil dólares, monto que se mantuvo hasta 1997, ya que para 1998 con la llegada de Grupo Pegaso a la administración se incrementó la bolsa a 340 mil dólares.

Si bien en 1999 no hubo edición, el AMT logró uno de sus mayores saltos monetarios para la edición del 2000 al repartir 800 mil dólares ya que también subió a la categoría International Series Gold del ATP Tour. Además se llevó a cabo un torneo de exhibición de mujeres, como prueba para la llegada de la WTA a partir de 2001 junto con la mudanza a Acapulco.

En aquella histórica edición la bolsa que se repartió fue también de 800 mil dólares para el torneo de hombres y 170 mil para mujeres. Estos montos se mantuvieron hasta 2004. 

Para 2005 hubo una reducción a 690 mil dólares por dos años y para 2007 volvió a aumentar a 794 mil dólares. Para 2009, cuando el Abierto Mexicano Telcel subió una vez más de categoría a ATP 500 y sumó el WTA International Tournaments, la bolsa se incrementó hasta 1,226,500 dólares.

En 2010 y 2014 fue de 1,350,500 dólares y para 2015 superó el millón 450 mil dólares, con 1,2 millones de dólares para el torneo de hombres y 220 mil dólares para el de mujeres. 

En 2016 se mantuvo la misma cifra y para 2017 volvió a incrementar su bolsa a 2,015,615 dólares con 1,7 millones para los jugadores. En 2020 los premios subieron hasta 2,845,000 dólares, de los cuáles 372,785 dólares se fueron para el campeón. Mientras que la WTA, que tuvo su última aparición en Acapulco, repartió 251,750 dólares.